El reto que tienen todas las empresas, desde las pequeñas hasta las grandes, es ser más eficientes, lo cual pasa por reducir costos y mejorar cantidad y calidad de la producción que finalmente se ven reflejados en la rentabilidad de la empresa. Para poder ser más eficientes es necesario cuantificar y medir lo que se está haciendo o produciendo. Una de las métricas más adoptadas en manufactura, inclusive al punto de llegar a ser un estándar de la industria, es el OEE por sus siglas en inglés, Overall Equipment Effectiveness, o eficiencia total de los equipos.
Esta métrica da a las empresas visibilidad de dónde se está perdiendo eficiencia desde tres dimensiones: tiempo, velocidad y calidad. Por eso alguna literatura en español se refiere al OEE como TVC.
Utilización:
Es la dimensión de tiempo que permite determinar la pérdida de eficiencia debido al tiempo no productivo o en otras palabras es el tiempo que la máquina ha estado utilizada produciendo.
Su cálculo resulta de dividir el tiempo que la máquina ha estado operativa (TIEMPO DE OPERACIÓN:TO) por el tiempo total programado (TIEMPO PLANIFICADO: TPO).


Rendimiento:
Este factor es la dimensión de velocidad y permite examinar si la máquina (o la línea de producción) está produciendo a la velocidad indicada. Algunas empresas hablan de desempeño o eficiencia cuando se refieren a este factor. Matemáticamente se puede calcular como la razón de la cantidad de piezas producidas durante un ciclo con respecto a la cantidad óptima que se debió haber producido.
Para realizar este cálculo se debe tener en cuenta la velocidad de referencia o estándar a la que la máquina debería operar: en máquinas que trabajan un solo producto, ésta podría ser la velocidad parametrizada por el fabricante. En líneas en donde se trabajan diferentes productos, serían velocidades de referencia distintas para cada producto y sus valores serían el resultado de una parametrización hecha por la empresa.
Calidad:
El último factor nos permite medir si se está perdiendo eficiencia porque se está fabricando producto no conforme a la calidad deseada.
El cálculo es la comparación de la cantidad de producto terminado en buenas condiciones con el total de producto fabricado. El complemento de esta medida sería la proporción de producto defectuoso.

El OEE entonces es el resultado de multiplicar estos factores y su valor (entre 0 y 100%) nos da una indicación de la eficiencia total del proceso.
El OEE o TVC no es la única métrica para medir productividad o aunque sí una de las más extendidas y aceptadas por las tres dimensionales que mencionamos anteriormente. En la segunda parte de este post estaremos discutiendo sobre otras opciones válidas que muchos de nuestros clientes utilizan para medir eficiencia. Déjanos tus comentarios sobre cuáles métricas utilizan en tu empresa.
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